Debemos de plantear intervenciones, donde el deporte sea el principal instrumento de trabajo para dar soluciones a los comportamiento agresivos, también deberá de ser un método mediante el cual, el niño sea capaz de adquirir hábitos saludables que potencien su salud, tanto física como mental.
Es muy importante que el deporte sea el medio a través del cual el niño sea capaz de canalizar su agresividad, así como aprender de su entrenador comportamientos adecuados que van a provocar que la incidencia de los actos agresivos sea menor.
El deporte es una de las pocas áreas de la vida del niño en la que éste puede participar intensamente en una actividad que tiene consecuencias significativas para él mismo, sus compañeros, su familia y la propia comunidad (Coleman, 1974).
Bibliografia: Pelegrín Muñoz, A.- Sociedad Murciana de Psicología de la Actividad Física y el Deporte.
Cuadernos de Psicología del Deporte. 2002. Vol. 2, núm. 1 ISSN: 1578-8423. Dirección General de Deportes CARM.- Facultad de Psicología.- Universidad de Murcia