¿QUE ES Y PARA QUE SIRVE UNA ESCUELA DE PADRES?
¿QUÉ ES LA ESCUELA DE PADRES?
Es un foro de encuentro, formación y reflexión. Un lugar de reunión para padres que desean prepararse para cumplir mejor la responsabilidad de educar a los hijos. Es un espacio de diálogo, discusión e intercambio de experiencias que, a través de un análisis guiado, permiten a los padres y madres apropiarse de herramientas para afrontar los restos de la paternidad. “Las escuelas de padres ofrecen un espacio educativo de reflexión e intercambio de experiencias familiares” (Anderson).
En la escuela de padres surge la posibilidad de ofrecer y aportar elementos valiosos como resultado de su experiencia. Se trata de estimular la participación activa y el esfuerzo por contrarrestar los problemas que se presentan en la familia y sociedad.
La escuela de padres contribuye al encuentro y reflexión de manera colectiva sobre la tarea educativa que se realiza con los hijos. Sirve para reforzar el papel como educadores en la vida familiar y comunitaria. Nos ayuda a cambiar en lo que necesitemos y decidamos.
En la escuela de padres se proponen diferentes contenidos sobre los cuáles, padres y madres, participarán activamente, mediante:
— Diálogo y respeto entre los padres, aprendiendo unos de otros.
— Exposición y análisis de casos reales que nos pueden ayudar y resultar familiares (lecturas, vídeos…).
— Compartir experiencias e inquietudes.
Se intentará transmitir unos conocimientos relacionados con el papel de padres que les pueda servir para mejorar su trabajo como tales: alimentación, establecimiento de rutinas, respeto, convivencia, relación escuela-familia…
No existen recetas infalibles, un niño no es un robot que se programa y responde tal y como esperamos. Cada niño es único y por eso la labor de los padres es tan difícil. Por ello, no podemos pedir cuentas de los resultados pero si de la dedicación, esfuerzos, coherencia y formación de los padres en una labor tan difícil como la de educar.
Muchas familias, culpan a la escuela de la falta de educación de sus hijos, pero… ¿podemos hacer responsable a una persona que pasa tan sólo cinco horas del día con ellos? Debemos asumir nuestra responsabilidad y aprender a comprender el comportamiento inadecuado de nuestros hijos para poder mejorar nuestra relación con ellos y contribuir al buen desarrollo de su personalidad.
OBJETIVOS DE LA ESCUELA DE PADRES
• Propiciar momentos de reflexión en torno a situaciones de la vida cotidiana y dinámicas de funcionamiento del grupo familiar.
• Identificar y analizar las diferentes etapas que cumple una familia.
• Promover la comunicación entre los integrantes de la familia y con el entorno de la comunidad.
• Estimular e los padres el desarrollo de habilidades y actitudes que contribuyan al crecimiento integral de los hijos.
• Identificar oportunamente las situaciones problemáticas que se crean en el interior de la familia.
• Promover entre los miembros de la familia el cumplimiento de sus distintos papeles y funciones.
¿POR QUÉ Y PARA QUÉ SIRVE LA ESCUELA DE PADRES?
• El factor más importante en la formación del carácter de la persona es la relación con sus padres y el ejemplo que éstos le dan a su hijo. La familia es el primer agente socializador de los hijos.
• Educar bien a los hijos es nuestra mayor responsabilidad y una de las mayores fuentes de satisfacción.
• El trabajo de los padres con sus hijos es complejo, continuo y gratificante, pero al mismo tiempo más difícil que pueda haber. A los padres no se les proporcionan las herramientas necesarias para este trabajo tan difícil. Thomas Gordon dice: “a los padres se les culpa, pero no se les educa”. Estos aprenden equivocándose. Muchos padres se culpan porque no saben en qué fallan. Para ello los padres necesitan de información y formación previa, y esto es lo que intentamos ofrecer en la escuela de padres. Pretendemos otorgar herramientas y orientaciones útiles que permitan enfrentar con mayor capacidad y responsabilidad la tarea de padres de familia. Ser padres también es muy gratificante. Los niños siempre necesitan de la ayuda, estímulo, comprensión y cariño de sus padres.
• Facilitar recursos educativos y formativos para promover en sus hijos actitudes, valores, habilidades personales y sociales sanas.
• Por otro lado, educar al niño es más fácil que reeducarlo. Un adulto con actitudes/conductas inadecuadas es un reflejo de la educación recibida en la niñez y llegado a este punto es más difícil cambiarlo.
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